“Dentro del marco de NATURPASO 2023, el diseñador palmero realiza tres vestidos que denomina ORION. Alas extendidas, transparentes y ligeras siguen el mapa estelar que abre las puertas del cielo en forma de corazón eterno. El amor libre de dolor es la única llave para la redención del alma. Porque amar sin miedo es volar” - Andrés Acosta. 10-04-2023.- El Ayuntamiento de El Paso continúa apostando por La Seda, y en esta ocasión para incorporar a la exposición permanente tres vestidos del diseñador palmero Andrés Acosta. Mañana martes día 11 de abril, y dentro del marco de NATURPASO 2023, se presentará Orión, un proyecto que el diseñador ha querido dedicar al cielo, a las estrellas y por supuesto con un mensaje claro sobre la situación que hemos vivido en los últimos años y que, en ellos, refleja no solo esta transición, sino el deseo de regresar a la luz, al renacer, a mantener la esperanza y la fortaleza que los palmeros han demostrado. El Ayuntamiento defiende que el Museo de La Seda no solo es una de las mejores banderas si hablamos de patrimonio o turismo, sino que además tiene la obligación de mantener una oferta expositiva actualizada y que genere interés por los visitantes. En esta ocasión, Andrés Acosta se incorpora al elenco de personas destacadas y junto a diseñadores de la talla de Manolo Blahnik, Agatha Ruiz de La Prada o Pablo Erroz. Orión es “el espadachín del cielo” en la astrología, el mismísimo “Osiris” para los egipcios o “la luz del cielo” para los sumerios: todo un símbolo de resurrección y renacimiento que nos recuerda la posibilidad de renacer como estrellas. Hermoso héroe de colosal tamaño, Orión nos dice que el mal nunca prevalecerá y nos transmite mensajes de fuerza, de guía y sabiduría divina. Encarnado en este proyecto en la figura de un bebé e interpretado por el modelo canario Hugo Vargas, O R I O N nos trae la llave hacia LA LUZ. La luz que libera. La luz que te impulsa y te guía. La luz que confirma. Porque solo en la luz alcanzarás las estrellas. Las modelos Libana Cabo, Vanesa Ades y Sarah Loinaz, lucen respectivamente las creaciones bautizadas como Alnitak, Alnilam y Mintaka, en un claro tributo a las tres estrellas principales que configuran el “cinturón de Orión” ubicado en la constelación de Orión. Ellas son las tres musas y amigas del diseñador que con su divina presencia nos invitan a embarcarnos en un viaje interestelar hacia el infinito Universo. Alnitak, Alnilam y Mintaka, conocidas en la tradición cultural como “las tres Marías”, son tres brillantes estrellas que se alinean en el cielo ligeramente inclinadas y que ya desde la antigüedad, civilizaciones como la egipcia consideraban como un portal de entrada hacia el Reino de los Cielos. Sin ir más lejos, la posición de las tres grandes pirámides de Guiza coincide exactamente con las coordenadas del mapa celeste. ALNITAK, es la estrella situada más al sur. Su nombre proviene del árabe “An-niṭāq” y significa . Estrella triple que avanza hacia convertirse en una supergigante roja que explotará en forma de supernova. ALNILAM, es la estrella central y la más visible de las tres a pesar de ser la más lejana: su luminosidad es 380.000 veces superior a la del Sol. Su nombre, que procede del árabe “An-niżām”, significa 'collar de perlas'. MINTAKA, estrella gigante azul ubicada más hacia el norte, cuyo nombre deriva de la palabra árabe “Manţaqah”, y que también significa . Para la realización de los tres vestidos que componen O R I O N, el diseñador eligióó varios foulards de tafetán de seda natural en delicados tonos marfil, azul índigo y gris perla producidos de manera íntegramente artesanal en un tiempo total de aproximadamente seis meses en el taller-museo de la Seda de El Paso por parte de Las Hilanderas con el apoyo del Ayuntamiento de El Paso. Una de las maravillas de la ciudad, y reconocida como Bien de Interés Cultural por parte del Gobierno de Canarias, la seda de El Paso nos contagia de belleza y transmite grandes valores como la artesanía, la tradición, el retorno hacia el origen y las raíces, e incluso la re-utilización (reconvertimos varios foulards en tres vestidos de fiesta). Los tejidos, teñidos de manera natural y artesanal utilizando las plantas de índigo y eucalipto, son la base celestial de un bordado realizado a mano por el propio diseñador, utilizando nuevamente elementos totalmente sostenibles como el cristal libre de plomo y perlas recicladas, procedentes de collares de perlas vintage en diferentes tonalidades. La perla, además de estar presente en los mágicos nombres de las estrellas hermanas, posee una simbología especial que conecta directamente con la inspiración de este proyecto. Su nombre procede del persa “murwari”, que significa “hija de la luz” y nos habla de receptividad, de la acogida de lo que viene de los cielos. Oculta de las miradas indiscretas por una concha que le hace de velo y protección, su forma esférica nos habla de lo infinito, de lo que no tiene principio ni fin, de la eternidad, de la unidad, de la perfección, del desarrollo de la esencia, de esa belleza que se oculta en nuestro interior y que no siempre somos capaces de percibir. Escondida en las profundidades del mar, este viaje comienza con una inmersión las profundidades de nosotros mismos hasta alcanzar el centro de nuestro corazón: el lugar donde reside el amor más puro, la única llave de acceso hacia el Reino de los Cielos. El resto de elementos empleados van desde el entretelado de algodón orgánico certificado Oeko-Tex, hilaturas de algodón orgánico certificado GOTS y para el interior, sedas naturales lavadas reutilizadas. Hablamos por tanto de tres creaciones totalmente únicas, exclusivas y sostenibles que ahora se incorporan de forma permanente a la colección de Museo de la Seda de la Ciudad de El Paso, uno de esos lugares especiales del planeta que tienen conexión directa con el Universo, accesible a nuestra mirada tan solo con alzar la vista hacia el cielo, en una invitación a perderse en un mundo mucho más espiritual y en una evasión de la realidad terrena que nos rodea. Todo un tributo personal a la ciudad de El Paso, que en el corazón de la isla de La Palma y como órgano palpitante de la misma, es el lugar que conecta emocionalmente a esta tierra mágica con el firmamento.